EL MILAGRO DEL BUQUE "SANTA LUCÍA"
Historia y Fotos por Eleonora Mata Mirabal
@PeriodismodeLeyenda
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La tristeza del Cristo con sus ojos cerrados para no ver quién sabe qué. |
El cielo estaba despejado y claro, tan azul como el mar a
orillas del pueblo de Pampatar. El barco, un bergantín enorme y pesado de dos
velas cuadradas que venía de España, cuentan que hacía labores de mantenimiento
para seguir rumbo a Santo Domingo. Ya el Santa Lucía estaba presto a zarpar,
cuando de pronto todo cambió repentinamente........una tormenta ennegreció el
otrora cielo claro y luminoso de la mañana y rayos y truenos truncaron el viaje
del barco en cuyo interior yacía escondido y desarmando un cristo con el rostro
impregnado de tristeza y melancolía.
Esta es otra de las tantas leyendas maravillosas de la isla
de Margarita conocida como la HISTORIA DEL CRISTO DEL BUEN VIAJE, donde la
verdad y la imaginación se unen para construir ese pensamiento mágico del
isleño que ha dado lugar a las hermosas historias populares que compartimos en
#MatasietePuntoCom.
Como un homenaje a Pampatar que está próxima a celebrar el
venidero 3 de mayo las festividad de su Patrono "El Viejo", como
llaman los pescadores al Buen Cristo Milagroso, nuestro @PeriodismodeLeyenda
obsequia esta reseña en reconocimiento a una de las ciudades más bellas de
Nueva Esparta que lleva su gentilicio con enorme orgullo, y venera sus
tradiciones con un fervor enorme y admirable.
Al Cristo del Buen Viaje se encomiendan los neoespartanos
cuando emprenden cualquier travesía y a éste se le reconocen grandes milagros
siendo su procesión una de las más concurridas de la isla.
HISTORIA O LEYENDA
El Bergantín “Santa Lucía”, embarcación que transportaba
desde España con destino a Santo Domingo esa curiosa imagen de Jesucristo con el rostro adolorido
y penoso, no pudo zarpar del puerto de Pampatar debido al mal tiempo, lo que
obligó a sus tripulantes a desembarcar
parte de la carga entre la que se encontraba la extraña imagen, optando
por dejarla en el lugar. Aseguran que al bajar la imagen del barco el tiempo
cambió súbitamente y pudieron así seguir su travesía.
Por estos hechos que rápidamente atribuyeron a un mensaje
divino, las autoridades deciden que la imagen fuera llevada a la iglesia, de
donde nunca más salió, por lo que fue bautizada como el templo del Cristo del
Buen Viaje.
Transcurrido el tiempo otro barco trató de trasladar la
imagen, pero resultó imposible, y afirman que no pudieron sacarla de la
iglesia, pues los brazos de la cruz no pasaban por las puertas. ESte otro hecho
también fue considerado como una señal del cielo, por lo que el Cristo fue
colocado nuevamente en el altar y allí quedó para siempre.
Sabemos que la iglesia de Pampatar se construyó en 1748,
pero en los registros disponibles no encontramos información respecto a la
fecha en que sucedió este acontecimiento que involucró al Bergantín Santa
Lucía.
En una oportunidad el Sr. Marino Luna, cronista de
Pampatar, resaltó que no se sabe con
certeza cuál es el origen de esta imagen religiosa, ni la fecha exacta de su
llegada a la costa margariteña. Pero -agregó-, la devoción al Cristo del Buen
Viaje es, sin duda, la tradición con mayor arraigo en Pampatar y una de las más
importantes en la Isla.
ORACIÓN AL CRISTO DEL BUEN VIAJE
¡Oh! Santísimo Cristo del “Buen Viaje” mi amparo, mi guía y
mi consuelo en toda tribulación, a ti acudo para depositar en tu pecho,
traspasado y abierto, todas las penas que en el mío se encierran. Apiádate de
mí, Cristo adorado. Tú eres mi única esperanza en medio de las penas y
angustias que me afligen el alma. Espero Señor, que así como en vida tu corazón
se conmovía ante el dolor, así ahora se apiadará de mí y me consolará,
compasivo, en mi aflicción. Tú tienes los oídos abiertos para escuchar las
voces de quien te invoca, los pies listos para acudir en ayuda de quien te
implora, tus brazos abiertos para recibir a quien acuda a ti. Recíbeme en tus
brazos, escucha mi humilde súplica, y ábreme tu pecho, Oh Cristo del “Buen
Viaje”, para confiarte todas las penas que atormentan el mío.
Déjame reposar como Juan en el Cenáculo, mi cabeza sobre tu
corazón amoroso, para decirte en silencio la gracia que necesito de ti y la
petición que quiero hacerte para mi mayor bien espiritual y temporal,
suplicándote, al mismo tiempo, inflames mi corazón en tu santo amor a fin de
que yo viva siempre en ti, en ti siempre me inspire y de ti nunca me aparte.
Amén
Finalizar con un credo y cinco glorias, que representan las
cinco llagas de Nuestro Señor Jesucristo.
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