La Perla Desahuciada
Eleonora Mata M.
@PeriodismodeLeyenda
Allí está detenida. Estáticamente deteriorada como si a nadie
le importara.
El pasado 14 de enero se
cumplieron 18 años de la partida del maestro Jesús Soto. Hijo de un violinista,
quiso ser cantante, pasó fugazmente por la pintura y terminó siendo un maestro
de la escultura, mundialmente reconocido por sus extraordinarios “penetrables”.
Si la Perla de Soto en vez de
estar ubicada en la Avenida Jóvito Villalba, se encontrara por ejemplo, en su equivalente
por importancia en cuanto a ubicación de vía de alto tránsito en la ciudad,
como sería estar en Avenue des Champs-Élysées de París, sería una obra
monumental impecable, admirada por el mundo entero y celosamente conservada.
La obra similar del artista que
recuperó por cierto la gestión de Rafael Ramírez cuando estaba al frente de
PDVSA, la “Esfera Caracas Visión 360°”, y que se encuentra en la autopista
Francisco Fajardo, se ha convertido en un símbolo icónico de la capital, donde
concurren a toda hora personas a fotografiarse como testimonio de respeto y de
amor por su caraqueñidad.
Durante los años 60 Jesús Soto
tocó su guitarra y cantó música venezolana por las principales avenidas y bulevares
de París, con el propósito de mantenerse económicamente. Conocí a una novia
suya hace unas tres décadas atrás, quien me confesó que era un serenatero delicioso,
pero que su mamá no permitió el noviazgo porque el muchacho “era un don nadie”.
De esa aventura tan sólo le quedó un cuadro, un óleo para ser más específica,
en formato mediano, que conservaba con gran celo y que como pieza tenía un
valor incalculable dado que el maestro pintó muy poco en su vida artística.
Jesús Soto nació en Ciudad
Bolívar el 5 de junio de 1923, y falleció
en París el 14 de enero de 2005. Su gran
aporte fue dentro del arte cinético, haciéndose particularmente famoso por sus
"penetrables", esculturas a través es de las cuales se puede caminar,
tropezar, moverse e interactuar. Este concepto fue absolutamente vanguardista
debido al hecho, de que el sujeto ya no sostiene una posición de contemplación
o mero observador frente a la creación artística, sino que al introducirse en
la misma pasa a ser parte de ella.
Otras de sus obras más significativas
en Caracas son la escultura que adorna el techo del salón principal del Teatro
Teresa Carreño, y otra en el interior de
la estación Chacaíto del Metro de Caracas.
En el caso de su obra en la isla
de Margarita bautizada como "la Perla de Soto", fue realizada entre 1998-1999, y forma parte
de las denominadas "integraciones ambientales" realizadas por el
artista. La Esfera Blanca, como también se le conoce, está conformada por múltiples
cilindros de diferente tamaño suspendidos y que se integran formando una esfera
virtual.
Por cierto, Soto recibe el Gran
Premio Nacional de Escultura de 1995 en Francia. Para 1996, en ocasión de la
exposición de escultura al aire libre "Les Champs de la Sculpture",
su obra monumental Sphère Lutétia es instalada temporalmente en los Campos
Elíseos (París).
Sabemos que esta escultura esférica
monumental se la encargó al artista cinético el ex gobernador Rafael “Fucho”
Tovar, y que junto a otras de gran importancia, formó parte de ese sueño de
hacer de Margarita el Primer Museo de Esculturas Monumentales a Cielo Abierto del Caribe. Paulatinamente
en entregas posteriores, las iremos comentando.
Un joven margariteño sentenciaba a comienzos de este 2018, que antes de irse al extranjero pasaría por La Perla Blanca a retratarse como muchos lo hacen en el Mural de Cruz Diez en Maiquetía, cuando dejan el país.
LA HISTORIA PUEDE TENER UN GIRO
Todo esto lo hemos contado
dejando la buena noticia para el final. El actual Alcalde de Maneiro, el joven
Morel David Rodríguez, nos informó que adelanta gestiones formales para su
recuperación, y como prueba de lo afirmado mostró en su celular las
comunicaciones recibidas con proyectos específicos para regresarle el esplendor
que se merece.
-Es mi sueño.-Comentó.
Y también el de muchos Morel
David.
Los Pelícanos y el mural de Bracho en el Circulo Militar se caen a pedazos, ambas en Pampatar, entre otras de ese municipio, el Ángel de Spadafora en La Caracola, algunas obras del museo vial, también dicen por allí que una escultura de la gran Lía Bermúdez yace destruida en un galpón, en fin. Sabemos todo de una sociedad cuando permite atentados contra su propio patrimonio artístico. El escultor Augusto Acosta Rada lideró una iniciativa de rescate de obras, comenzó por Maneiro, pero se quedó el proyecto en alguna gaveta.
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