LA OPULENCIA DE SABORES EN UNA COCINA AUTENTICA


Historia y fotos de Eleonora Mata
@PeriodismodeLeyenda

MatasietePuntoCom rinde tributo al fogón más margariteño de todos, conducido por una extraordinaria margariteña con sello de exportación, que se instaló en el Valle de Pedro González para universalizar los sabores de una cocina que le es propia y que ya es de todos.

Ella es Esther González, quien con su plato de mix de ajíes margariteños rellenos, se alzó al cierre de 2017 con  el Premio “Don Armando Armando Scannone”  que confiere la Asociación Venezolana de Gastronomía, siendo la primera vez que Margarita y su más emblemática cocinera, es honrada con tan especial e importante distinción.

No conforme con el éxito que alcanzó recientemente en el Hotel J. W. Marriott Caracas cuando en el marco del Ciclo de Cocinas Regionales que organiza este reconocido establecimiento, cautivó durante dos días los paladares capitalinos, ahora Esther González será la vedette del movimiento gastronómico de Monagas los días  27 y 28 de abril,  cuando participará en el evento PLACERES CAPITALES “La Cocina de Esther González” en el restaurante Mantuano de Maturín, actividad que incluye un conversatorio gastronómico, y los días 2 y 3 de junio, será la invitada especial del Festival de Cocina “Gastromanía 2018” igualmente en la misma ciudad donde por cierto están profundamente inspirados por el movimiento gastronómico de Margarita, tal y como nos los comentó uno de los líderes del restaurante Mantuano Luis Escobar.

Entrar al restaurante la Casa de Esther en el Valle de Pedro González es pasar a otra dimensión. Al traspasar la puerta de la casona colonial donde por cierto cumplió ya 20 años la emblemática cocinera, comienza un estallido de estímulos visuales, sonoros, olfativos y al poco rato, gustativos, para ir conformando toda una agradabilísima experiencia gastronómica que literalmente se detiene para siempre en nuestras papilas.

Cientos de objetos nos van contando sus historias mientras saboreamos su exclusivo trago “Ashanti”, un fresco cóctel a base de cerveza, lima y un toque de vino blanco, que es la introducción perfecta para saborear su genialidad culinaria, y a través del cual su creadora nos da las gracias por visitarla.

Los platos de Esther González, más que saber, estremecen. Poseen una carga explosiva de gusto que pasan el lindero de la gastronomía para acercarse a la magia de la alquimia. Después del trago, el Mix de Ajíes llegó a la Mesa con rellenos de pescado, morcilla, queso de cabra, lentejas caviar o de beluga y otras exquisiteces, bañados en una suave salsa de tomate y bechamel emulsionada al horno.

Luego pasamos al pescado blanco en las variantes de cocinado con banana y papelón, o al estilo margariteño sudado en infusión de hierbas y ají, ambos fabulosos, y que sirvió con una suculenta guarnición de arroz con canela y cúrcuma, y una ensalada rallada de plátano verde.

Finalmente el postre….Arroz con coco acompañado de helado de ahuyama y sirope de canela. Definitivamente celestial.

Después de todas estas sensaciones y emociones gastronómicas, rodeados además de esa paz y quietud que expresan los miles de objetos y muebles detenidos que decoran los espacios de La Casa de Esther, llegó el suspiro, y no podía ser otra cosa que esa aspiración fuerte y prolongada seguida de una espiración profunda, que surge espontáneamente como respuesta ineludible ante tanta felicidad.

Gracias a Esther y Aisha por darse tanto a través de su cocina espléndida.































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