UNA MUJER QUE SUEÑA SIN DESPEGARSE DE LA TIERRA

Eleonora Mata Mirabal

@PeriodismodeLeyenda

Fotos: EMM

Definitivamente va a “mil por hora” como ella misma lo reconoce. Casi que piensa en "Bytes" y almacena información en "Teras". Aunque no llega todavía a los 40, en este momento es la cabeza pensante y el brazo ejecutor de uno de los sitios más novedoso de la isla que nada más y nada menos, se presenta como la “Marca de Margarita para el Mundo”.

-No quiero vivir el día a día, sin dejar una huella.- Dice Joselin Tavares, una Ingeniero de Sistemas con Maestría Panadera que se siente por demás orgullosa de ser la mujer más joven del Directorio de la Cámara de Comercio, Puerto Libre y Producción de Nueva Esparta, así como la CEO de Portarossa Pizzeria en la ciudad de Pampatar.

Su propuesta gastronómica es un auténtico cóctel de tecnología, marketing, procesos levantados y estructurados, y de alta gerencia, que ha logrado poner en marcha un restaurante distinto, exclusivo, delicadamente femenino, con una calidad de servicio por encima del estándar, y que se sustenta en la promesa de valor de ser el único en el país donde se sirve la “vera pizza napoletana” auténticamente artesanal.

A ella –por cierto- no le corre sangre italiana por ninguna parte. Su padre portugués, de apellido Tavares, y su madre venezolana, de apellido Urdaneta. De ese cruce de genes surgió su singularidad que oscila entre la profunda laboriosidad lusa, y la pasión caribe intensamente creativa e inquieta.

-Mi corazón está enterrado a la entrada de Pampatar en el Frigorifico Los Tavares – expresa al resaltar que su opción definitivamente no es irse del país-. Yo vi a mi padre poner cada bloque, echar piso y levantar las paredes de su negocio. Allí yo fui charcutera, cajera, acomodadora, despachadora, y aprendiz de todo.

-¿Cómo convenciste a tu familia de montar una pizzería?

-Después del frigorífico, la evolución lógica es avanzar hacia el restaurante, pues es la consecuencia en la cadena productiva al tener toda la capacidad para despachar los insumos. Por otra parte – nos revela- soy fanática de la pizza napolitana, además de que admiro la cultura de dónde surgió este plato producto de gente tan, pero tan pobre, que con simples y pocos ingredientes creó un auténtico manjar.

Reconoce que en un momento de esta aventura sus hermanos “la quisieron matar”, pero más pudo su intrépido espíritu culinario así como el atrevido posicionamiento de su concepto, de ser  contra natura, un “restaurante sin segmentación”:

-Portarossa es un restaurante que no tiene segmentación –explica-. Aquí todo el mundo tiene entrada. Es un sitio para la familia, para los ejecutivos, para las parejas, para merendar, para los jóvenes, para los adultos. Por eso tengo un parque con recreadores, tengo áreas al aire libre y áreas cerradas, con ambientes románticos, y ambientes de trabajo, barra, mesas, bancos, toldos.

Ciertamente el joven restaurante pampatarense que acaba de alcanzar su primer año, es una auténtica fusión de alternativas que pueden hacer del espacio y de su carta, una experiencia renovada en cada visita.

Lo que no es de ninguna manera “negociable” en la propuesta, son los atributos distintivos que se esmera en cuidar su creadora, como es la buena atención, los ingredientes frescos de alta calidad, la seguridad del lugar, el mantenimiento impecable y los bellos detalles que hacen de definitivamente memorable “entrar y no sólo mirar”.

-Nunca entro en desesperanza. Hay muchos que se molestan con todo, y hacen de molestarse su deporte – nos dice esta mujer que asegura ser una mix de determinación con coherencia-. Mi marca es lo mejor de Venezuela, y va de Margarita para el Mundo. -Afirma retándose así misma.

Joselin es además Vicepresidenta de “Pa-Pampatar” una Asociación que reúne a varios empresarios gastronómicos de Pampatar que se han propuesto rescatar, renovar y reimpulsar la ciudad, generando un conjunto de actividades culturales que complementen la visita de los clientes con mucho más que una buena mesa.

Ella nos dice que sueña con convertir a Pampatar en un auténtico "Mercado Blanco", con puestos de venta uniformes e impecables, con excelente música y rondas temáticas gastronómicas y de licores, donde se lleve el emprendimiento a otro nivel, se rescaten los espacios, se fortalezca la inversión privada, y se genere en síntesis una renovada interpretación de lo que debe ser un polo turístico en toda la extensión de la palabra.

Hablar de esta empresaria que se define amante de la gastronomía, #cofeeelover y #gastromarket,  no está completo sino no incluimos su Certificación como Pizzaiola que acredita a Portarossa como el único restaurante en Venezuela donde se sirve la “vera pizza napoletana”, una creación de masa tierna y delgada, pero con bordes altos y exquisitamente redonda.

-Mi papá es mi adoración y mi ejemplo a seguir. En la vida o te pones a llorar o te pones a vender pañuelos. Yo, como me enseñó mi padre, opto por hacer, crear, e inventar.

Por cierto en su primer aniversario, Portarossa está ofreciendo una carta 100% Napolitana, con entradas, pizzas y postres para hacer vivir a Nápoles en todos los sentidos.

Síganla en Instagram como Maria Pizzaiola 

@thegastroholic

Joselin n su lugar favorito del restaurante.

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Cuando sale a flote la ingeniero de sistemas.

En el primer año de Portarossa.