Un “High Potential” orgulloso de su movilidad social y amante de su Mosaico ArteBar

Eleonora Mata Mirabal
@PeriodismodeLeyenda

No existe nada más fascinante que entrevistar a alguien del cual se conoce “objetivamente” muy poco, que se nos  va revelando a lo largo de la conversación como un libro que narra sucesivas historias inspiradoras. De eso se trata precisamente la intuición periodística, saber identificar y llegar a quien previamente se percibe como un personaje que bien vale la pena descifrar para compartir.

A la primera, algo muy interesante significa el que un caraqueño haya sido designado nuevo Presidente de la Cámara de Comercio, Puerto Libre y Producción del estado Nueva Esparta. Y a la segunda, indiscutiblemente hay que tener mucho coraje y una disposición excepcional, cuando se asume un reto de tal dimensión en un contexto desafiante y por demás complejo como el actual.

En su bar, en su emprendimiento, en su guarida del alma, nos reunimos con  Edward Noguera, un hombre nacido en Catia, quien asegura que su vida está dividida en dos etapas: antes y después de estudiar en la UCV.

Del barrio a empresario, Noguera fue el único de los compiches de su Catia natal que ingresó a la universidad, y más concretamente, que no sólo se hizo  economista egresado de “La Casa que Vence las Sombras”, sino que se formó en el MBA del IESA luego de pasar por las aulas del Liceo Antonio José de Sucre, del Luis Ezpelosin y de la UCV.

“Soy un hombre de fe”  nos dice este ejecutivo que por más de 25 años ejerció distintas posiciones dentro del sector licorero nacional, y quien ahora como asesor del Grupo Leiros, al que representa en la Cámara de Comercio, Puerto Libre y Producción, le ha correspondido conducir al gremio empresarial más importante de Margarita y Coche.  Además, es Coach Certificado y Emprendedor en Mosaico ArteBar, su bar-restaurante-galería  en la avenida Aldonza Manrique de Playa El Ángel, donde está motorizando una importante movida cultural y artística.

De las cosas que primero se descubren al conversar con Noguera,  es que efectivamente es líder.  Su lenguaje corporal,  su capacidad de ir verbalizando las ideas, los contendidos que aborda en cada una de las esquinas de la entrevista, su formación, su trayectoria, su vida personal y profesional. Todo suma hasta construir un personaje que se entrega a la conversación  con mucha autenticidad.

Vestido casual, con sus pulseras de cuero en la muñeca, es un moreno bien venezolano de 53 años que no oculta su interés por la guerra de Centroamérica, el Nacionalsocialismo Alemán, Nelson Mandela, el “Cuerpo A del Diario El Nacional antes del Chavismo” o las películas de Woody Allen, entre otros temas que le apasionan como la Salsa, el Jazz, o leer la historia del Presidente de Rusia Vladimir Putin,  respecto a lo cual confiesa que le resulta inexplicable como las sociedades eligen líderes de su estilo.

En el confluyen una cantidad de hilos que vamos tejiendo para entenderle. Sus evaluaciones dentro de las empresas de las cuales formó parte,  lo revelaron como un “high potential”, o lo que es lo mismo, un talento fuera del molde que estaba encaminado a ser un líder de alto potencial, por lo que fue desarrollado, preparado e impulsado para ocupar posiciones de alta dirección. También revela que las mujeres fueron determinantes en sus primeros años de vida, como su abuela, su madre y sus tías, que le llenaron de afecto, de amor, de ganas de vivir, de progresar y de seguridades para enfrentar las adversidades. Una deuda en su vida-reconoce- fue no haber podido decirle a su padre antes de morir, lo mucho que tenía que agradecerle. En ese entonces tenía 22 años de edad.

-Yo veo el futuro con mucha esperanza –comenta-. Indiscutiblemente hay una gran incertidumbre política y económica que nos han conducido a resultados desfavorables y desesperanzadores. Pero yo quiero estar en este país cuando nuevamente arranque, su recuperación podemos verla en sólo un año, y en tres, empezar nuevamente a crecer. El principal reto va a ser recomponer el tejido social y reunificar a los venezolanos.

Lo bautizaron como Edward en referencia al político estadounidense Edward Moore Kennedy, conocido también como Ted Kennedy, y Antonio,  por su padre. Asegura que su vida dio un giro de 360 grados al iniciar su experiencia universitaria, y que él es un claro ejemplo de la movilidad social posible en la Venezuela de la Cuarta República.

-Todos los extremos son malos –resalta-. Me considero un liberal que cree en el derecho y en la obligación ineludible del Estado de atender las imperfecciones del mercado, mediante una intervención que permita regular y controlar los desequilibrios. Para mí el mundo es redondo, de tal manera que la derecha o la izquierda son ambos extremos en el que se radicalizan posturas de forma peligrosa.

Noguera aprendió a volar papagayo mientras en paralelo desarrollaba amor por la lectura; admiró a Teodoro Petkoff desde muy joven, y siempre soñó con tener y gerenciar un bar, inquietud que dice le nació y acompañó a lo largo de su experiencia dentro del sector licorero. Asegura que cuando le tocó formarse como Coach Ontológico, y revisarse profundamente, no consiguió nada de qué quejarse de su familia. “Yo tuve la fortuna de crecer en un verdadero hogar”.

Ahora está en una etapa en la que desea devolver mucho de lo aprendido y de lo recibido, razón por la cual dentro de su Plan Estratégico al frente del principal gremio empresarial de la región, está el promover la formación y la innovación empresarial, impulsar la escuela de artes y oficios, y consolidar el centro de documentación y estadística:

-Hemos logrado en poco tiempo alianzas con la UDO, la Escuela Ávila, Unimar, Cedice y la UVC. Estoy convencido que promover e impulsar el talento es la clave para generar una auténtica plataforma que consolide el progreso y el desarrollo de la región.

Este “navegao” padre de dos hijos, que se casó con una margariteña para quedarse por siempre en la isla, cree en la necesidad de reinventarse todos los días, en la necesidad de aprender e indagar, y en la obligación que tenemos de encontrar lo que nos apasiona:

-Durante años llegaba del trabajo y seguidamente por horas me dedicaba a ver videos de grandes agrupaciones de salsa, sus conciertos, sus maestros. Esto lo repetí una y otra vez, hasta que descubrí de qué se trataba -confiesa-. Ese era el mundo de mis sueños, yo quería estar allí, yo quería tocar el saxofón.

En este espacio interior de anhelo y delirio salsero, cobró forma el negocio de Noguera, que por una parte es bar y por la otra, un auténtico escenario para que músicos, artistas de todo género, y melómanos, formen su guateque en Margarita.

De los hechos personales más significativos que le ha tocado enfrentar, destaca su salida de la empresa Diageo, que describe como un proceso doloroso pero necesario para crecer, y el cáncer que afectó a uno de sus hijos recientemente.

La entrevista o viaje al interior de Edward Noguera resultó también un compartir de temas, ideas y experiencias. Fue un gratísimo encuentro sobre los mosaicos de su bar para realizar un ejercicio de aproximación a una vida, luego de lo cual más que concluir con la frase cliché “quien tenga ojos que vea”, resulta más apropiado decir “quien tenga capacidad de análisis, que entienda e interprete a esta fusión de hombre líder, y empresario”.

Edward Noguera en su mundo de luces, arte, rones y buena música.

Sobre el delicioso Mosaico de su Bar.

Un líder en su guarida.

Un High Potential derivado a empresario y líder gremial.






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