LA TERRAZA DEL ARTE: VIDA, LETRAS Y MEMORIAS

EMILIA MARCANO QUIJADA
@PeriodismoDeLeyenda

Llegué a Bella Vista con media hora de adelanto. La cita en la Terraza Del Arte era a la 10 de la mañana, pero mi premura poco importaba. Al entrar escuché los ladridos familiares de Hunter, que salió a mi encuentro en el patio exterior, con sus orejas levantadas en actitud vigilante. Me olfateó durante unos segundos mientras Antonio Ávila, mi estimado amigo y propietario del lugar, salía a recibirme con un abrazo.

-Bienvenida a tu casa. Adelante.

Debo confesar que no estaba preparada cuando vi la sala-comedor de la terraza.  El asombro me tomó por asalto al ver el increíble proceso de transformación del lugar, lleno de armonía y colorido. El área del comedor está llena de mesas que hacen juego con el imponente bambú que separa al restaurant de la sala principal, un rincón perfecto para la tertulia y la bohemia. Muebles modulares por doquier, sofás, libros, caballetes con cuadros de variados autores. En un extremo se observa un afiche con el rostro de Marilyn lleno de melancolía; una vieja máquina de escribir me anuncia que en cualquier momento veré a Hemingway, bourbon en mano, sentándose a mi lado para hablarme de los misterios del mar. "El Ángel", obra original de Shony Spadafora, custodia la entrada del salón lleno de historias, como testimonio de un escultor que, por la magia de su legado artístico, no morirá nunca.

Mi amiga Glenis surgió de la cocina y me abrazó con gran afecto. En unos minutos pude disfrutar de su delicioso café -la escritora y editora Marijó Pérez Lezama completaba la reunión de antología- mientras me mostraba el resto de las áreas de la terraza, casi lista para su reapertura definitiva. No pude ocultar mi entusiasmo al ver los frutos del esfuerzo y la dedicación de la pareja de amigos entrañables que no descansan en su empeño por hacer del espacio familiar un sitio dedicado a la promoción y difusión de las artes, la plástica, la música, la poesía y la creación artística en general. La tesonera labor dio como resultado un lugar que transmite gratos sentimientos, que respira nostalgia con huellas de sal marina y recuerdos imborrables en cada objeto, pieza antigua o libro clásico que el visitante puede disfrutar con comodidad mientras toma un café o espera el menú del día.

La vida animal y el respeto a la naturaleza son parte de la vida de la terraza. El lugar es un santuario de protección y asilo para perros y gatos adoptados por la pareja, que conviven en un lugar donde el mar es el espejo en el que los visitantes se miran día a día. Todo el conjunto en sí mismo constituye una invitación al disfrute en todo lo que se toca, se percibe y se observa; desde el sonido de las olas del mar hasta las páginas de los libros, diarios y revistas; las obras de arte que están en exhibición, la calidez y el amor puestos en la conservación de cada pieza artística, de cada libro, de cada memoria.

No faltaré a la próxima cita: La reinauguración de la Terraza Del Arte al público en general, a los amigos de la cultura, de las tertulias amables, del divino café de Glenis y de un espacio que es fuente de inspiración y, sobretodo, de renovación de la esperanza. Un tesoro de inestimable valor al que jamás debemos renunciar.

En Bella Vista va cobrando forma un espacio que servirá de encuentro y de musa para contar historias de leyenda.

Emilia Marcano, Glenis Sierra y Marijó Pérez Lezama, celebrando los avances de la remodelación y ampliación del lugar.

Ahora "Pan, Café y Algo Más" se suma a la Terraza del Arte en Bella Vista.

Emilia, Marijó y Glenis.

Un espacio para las grandes historias.
Incluye Sala de Lectura rente al mar.





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