LA IMPORTANCIA DE LA FRUSTRACIÓN
La frustración es una
respuesta emocional normal que está muy desprestigiada; emerge cuando nuestros
deseos o expectativas no pueden ser alcanzados, acompañando una sensación de
impotencia. Como toda emoción, existe dentro de nuestro repertorio conductual
por una razón evolutiva; se originó para protegernos del desgaste innecesario
de energía y fuerza al emprender tareas que no resultaban eficientes para la
supervivencia o que nos causarían peligroy desgaste excesivo. Su función es la
de proveernos de espacios de reflexión para recalcular la dirección de nuestros
esfuerzos, para cambiar de estrategia de afrontamiento de la situación.Para
algunas personas la frustración puede generar desmotivación o abandono de metas
y proyectos debido a que tienden a confundir deseos con necesidades que
requieren satisfacción inmediata, con poco o ningún esfuerzo y sin comprensión
de los procesos que deben ocurrir.
Sin embargo, para
comprender la función positiva de la frustración en nuestra vida, los mejores
ejemplos provienen de la práctica de una disciplina deportiva, musical o
artística, como en el caso del ballet clásico, tan bella y profesionalmente
impartido en las aulas académicas de la Fundación Ballet de la Mar, desde
Margarita para el mundo. Cuando conoces a Martha Ildiko Gómez, fundadora y
directora artística de esta fundación, comprendes la importancia de empezar con
un fin en mente y superar todas las adversidades pese las múltiples fuentes de
frustración.
Desde su fundación en
el año 2004, el Ballet de la Mar ha integrado en sus procesos de formación a
numerosos niños y jóvenes neoespartanos y de otras regiones del país, quienes a
través
del estudio del ballet clásico aprenden “la colocación correcta del cuerpo, de
vital importancia para evitar lesiones en el futuro y ayudar así a cada
bailarín a desarrollar su potencial al máximo”, según se expresa en la página
web del Ballet de la Mar. Así, el desarrollo de actividades como
el aprendizaje de la danza clásica permite que se amplíen destrezas motoras y
cognitivas que facilitan a las personas la posibilidad de dejar de ver el punto
negro en la inmensidad blanca. Dotan al ser humano de la comprensión de que la
superación de las “posturas incorrectas” solo es posible si uno aprende a
equivocarse, reconocer el error y corregirlo.
De esta forma, el
método de enseñanza del ballet que aplican los docentes de esta academia,
fortalece la formación de la tolerancia a la frustración, la cual es una
capacidad que permite aprovechar las ventajas emocionales y psicológicas de lo
frustrante. Cuando se tiene una baja tolerancia a la frustración, hay una
sensibilidad excesiva hacia todo lo desagradable, que funciona como una lente
de aumento, magnificando el lado malo o doloroso de cada situación.Lo feo es
espantoso, lo malo es horrible, lo molesto es insoportable. Por ello, la vida
de estas personas está llena de tragedias y acontecimientos estresantes y
frecuentemente se sienten de mal humor, agitados, ansiosos, tristes,
resentidos, humillados o enfadados con el mundo que debería estar ahí para
satisfacer todos sus deseos. Se sienten y actúan como víctimas, quejándose
continuamente, culpando al mundo por ello.
Por supuesto, cualquier
alternativa para fomentar la alta tolerancia a la frustración, como la danza
clásica, es recomendable, porque de lo contrario las personas comienzan a ejecutar
conductas para intentar evitar a toda costa los horribles e insoportables sentimientos que
ocasiona la baja tolerancia, centrándose más en el ahora, en eliminar ese
malestar en el momento en que aparece, pudiendo desarrollar adicciones,
trastornos de ansiedad o depresión, entre otros trastornos; en lugar de procurar
el bienestar que conseguirían a largo plazo si lograran tolerar la frustración,
aceptando conscientemente el error como parte lógica del proceso de aprendizaje
y crecimiento personal, reflexionando y corrigiendo sus “posturas”, como
aprenden nuestros muchachos bailarines con Martha y los docentes del Ballet de
la Mar.
@PeriodismodeLeyenda
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